Los médicos de Baleares acusan a Armengol de priorizar la política y el catalán a la salud de las personas

Los médicos de Baleares acusan a la presidenta socialista del Govern, Francina Armengol, de priorizar la política y el catalán a la salud de las personas, como ha manifestado el presidente del Sindicato Médico en las Islas (SIMEBAL) Miguel Lázaro, muy crítico por la decisión de la dirigente balear de imponer el catalán como requisito a los sanitarios para trabajar en esta comunidad, ante las presiones de sus socios de gobierno, independentistas de Més y Podemos.

«La política ha prevalecido a la sanidad y no ha mirado el interés general sino el partidista ante el órdago de Més», afirma Lázaro, que advierte de las consecuencias demoledoras que tendrá esta decisión para una colapsada sanidad pública balear, donde la falta de personal es acuciante en general en centros de salud y hospitales, y dramático en islas como Ibiza y Formentera.

«El catalán como requisito restringe la llegada de médicos a Baleares y no es racional. En un país con falta de médicos, éstos pueden elegir dónde ir. Establecerlo como requisito, sin duda, va a ser un elemento disuasorio porque, además, está el factor retributivo y la carestía de la vida en Baleares», subraya el primer portavoz de los médicos de las Islas.

Desde SIMEBAL lamentan que Armengol anteponga su interés político a la salud de la población y que el catalán no sea un mérito más, como sucede en comunidades autónomas con dos lenguas oficiales como el País Vasco.

«Aquí no hay un problema de lengua, ni de comunicación, porque las quejas por este problema son ínfimas. Ellos han politizado la Sanidad y han convertido la acreditación lingüística en requisito, lo que interfiere en una adecuada gestión sanitaria».

Baste indicar que la Conselleria de Salud hizo una exención a médicos y enfermeras en el proceso de estabilización de plazas, que Armengol había defendido y ahora ha eliminado, como le exigían sus socios independentistas de Més, Podemos y colectivos satélites secesionistas, caso de la OCB o Plataforma per la Llengua, entidades ampliamente subvencionadas por el Ejecutivo de las Islas.

«Un requisito excluye, restringe y por ello la primera exención del Govern y, en concreto del IB-Salut, fue a médicos y enfermeras. Pero como la política ha prevalecido sobre la sanidad, de repente esa exención deja de existir y pasamos a requisito. Todo ello por el interés partidista de la señora Armengol, por su pacto con Més y no pensando en la salud del millón de ciudadanos de Baleares».

Teniendo en cuenta que el artículo 43 de la Constitución Española deja claro el derecho a la protección de la salud y que las comunidades autónomas tienen la obligación de asumir ese derecho a la salud y de generar recursos y prestaciones para que respondan a la necesidades de los sanitarios, para Lázaro lo sucedido esta semana en Baleares con la imposición del catalán a los sanitarios de Baleares «es la constatación de un conflicto político con fines partidistas en tiempos preelectorales, que lo que hace es embarrar la gestión sanitaria».

«El problema del catalán como requisito está generado en el ámbito político, que lo traslada luego a la sociedad, perjudicando la gestión sanitaria porque eso interfiere en la captación y fidelización de profesionales, y esa, sólo esa, es la realidad».